Se piensa que los aztecas utilizaban la vainilla para suavizar el amargor en la preparación de bebidas a base de cacao. Su cultivo fuera de estas tierras tuvo que esperar al año 1841, cuando se inventó la polinización artificial, porque para la natural era necesario un insecto originario de México.
Como facilitadora de la digestión, la vainilla es muy utilizada para perfumar tés e infusiones. Y, en la cocina, aunque la asociamos con preparaciones dulces, también combina muy bien con las carnes blancas, con salsas a base de leche de coco o mezclada con otras especias como cúrcuma y comino. Como muestra, os proponemos dos originales recetas que incorporan la vainilla en preparaciones saladas: salmón con salsa de coco y vainilla y espaguetis con a la carbonara de vainilla.
Si usáis la vaina de vainilla, recordad que para incorporarla en vuestras recetas tenéis que cortarlas en sentido longitudinal y extraer con un raspado las semillas. Como último consejo, no deseches las vainas vacías, mételas en el tarro del azúcar y obtendrás azúcar aromatizada.